Kissel de arándanos rojos, una bebida saludable y refrescante
¿Conocías el kissel de arándanos rojos? Te gustará preparar en casa una bebida refrescante y saludable. Toma nota.
El kissel de arándanos rojos es una bebida refrescante, ni demasiado dulce ni demasiado ácida, que a los niños les encanta y también a los adultos. Además es muy saludable, pues el método de cocción es una de las mejores formas de preservar los nutrientes de los arándanos. ¿Te apetece probar un rico kissel, cien por cien natural? A continuación te contamos cómo hacerlo, es muy fácil.
Se llama kissel a una bebida, pero también es un postre de origen Lituano (spanguolių kisielius) que se consume en muchos países de Europa. Es similar al rote grütze alemán, al rødgrød danés y al blåbärssoppa sueco, a base de arándanos, que se puede servir bien frío en verano y caliente en el invierno. También se puede acompañar con helado, con panqueques o prepararlo más líquido, para hacer una bebida, utilizando esta receta. Las cantidades de almidón de maíz o de patata son las que permiten regular su viscosidad para transformar la bebida en postre y viceversa.
Ingredientes para 6 porciones:
Preparación:
- Coloca los arándanos limpios en un bol, vierte encima el agua hirviendo y déjalos macerar unos minutos.
- A continuación, escúrrelos, transfiere la fruta al vaso de la licuadora y tritúrala hasta obtener una pasta roja.
- Vierte el contenido en una cacerola, añade el agua caliente y colócalo a fuego medio hasta que comience a hervir.
- En cuanto hierva, retíralo del fuego y fíltralo dos veces para obtener un líquido cristalino de color rojo.
- Vierte el líquido nuevamente en una cacerola, agrega el azúcar y llévalo al fuego bajo.
- En un bol pequeño, coloca el almidón y disuélvelo con unas cucharadas de agua. Por último, agrégalo a la cocción y revuelve continuamente hasta que comience a hervir nuevamente.
- Retira del fuego, transfiérelo a un recipiente con tapa y déjalo que repose antes de servir.
Para beberlo frío, colócalo unas horas en el refrigerador. Si lo prefieres, puedes beberlo caliente o aumentar las proporciones de almidón para obtener una gelatina de arándanos o una sopa crema caliente de bayas, ideal para el invierno.
De esto depende si lo servirás en una copa, taza o vaso, o si es mejor servirlo en cuencos y comerlo con cuchara, como una gelatina.
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